domingo, 7 de enero de 2018

Comidas típicas de CAÑAR 
Comidas y Bebidas Típicas
Papas con cuy y ají
Plato típico de la localidad su elaboración se realiza a base de papas (patatas), cuy (conejillo de indias) y es acompañado de ají, el mismo que lo puede encontrar en el los trayectos de ingreso a la ciudad de Cañar, a mas que es propio de las celebraciones o fiestas tradicionales del sector.
Ají
El pueblo indígena campesino Cañarí, conoce diferentes formas de preparar el ají, mismos que varían unos de otros por lo fuerte y por la utilización de diferentes insumos.
Entre las variedades de ají en el Cañar tenemos, tres principales, el ají de carne, el ají de quesillo (queso) y el ají de pepa de zambo. (cucúrbitacea)
Elaboración ají Pepa Zambo
Para la preparación del ají de pepa de zambo, se utiliza primeramente la semilla del zambo, siempre y cuando el fruto se encuentre en estado maduro; luego de haber obtenido una buena porción, las semillas, se las pone a secar al sol, una vez que el grano se encuentra seco se procede a despejar la testa o capa que rodea al endospermo. Luego se procede a tostar el endospermo o la parte que queda de la semilla, posteriormente se muele la semilla y sobre esta se deposita el fruto del ají, permitiendo obtener un producto picante. El fruto de ají se lo añade dependiendo de la necesidad de la gente, pues para el caso de niños no se coloca ninguna cantidad de ají. El ají Kañari suele consumirse en las mingas, el los trabajo agrícolas y con todos los platos o comidas.
Elaboración de la Chicha de Jora
El proceso comienza con la germinación del maíz condición que se logra de la siguiente manera: al maíz hay que poner cinco días en el agua para el remojo, luego se lo coloca en una cama hecha de altamizo y chilca para que de sabor a la jora encima de esta cama se pone el penco partido para obtener humedad y que facilite el brote colocado el maíz se vuelve a tapar con hojas partidas de penco, luego la chilca y encima de esta el altamizo.
A los ocho días se saca el maíz ya germinado al sol. Una vez que está seco se tuesta y se muele a esta harina se conoce con el nombre de jora que como queda indicado es el resultado de los brotes que se originan del embrión de la semilla.
Esta harina se somete a un proceso de cocción y luego se coloca en tinajas de 50 litros en donde se cumplirá la fermentación. Durante la cocción se forma una especie de nata que se conoce con el nombre de Ticti muy agradable, pues es muy dulce y se la consume como primer producto en la elaboración de la chicha.
Mientras más dura el proceso de fermentación mayor será el grado alcohólico de la bebida que es ocupada en todas las fiestas que celebra el pueblo Cañari.

La chicha de jora es una bebida sagrada, ofrendada y consumida en las siembras, deshierbe, aporques; en las fiestas, etc.

Cultura y tradiciones de Loja

Entre los famosos personajes nacidos en Loja se incluye al escritor e intelectual Benjamín Carrión, al docente Bernardo Valdivieso, al naturalista Clodoveo Carrión Mora, al poeta y editorialista Alejandro Carrión, al botánico Dr. Reinaldo Espinoza Aguilar y al estadista Isidro Ayora. Tampoco podemos dejar a un lado literatos tales como Carlos Carrión a Matilde Hidalgo de Procel, todo ellos importantes representantes de la cultura lojana.
Las comunidades indígenas ecuatorianas celebran anualmente los cuatro raymis en Loja: Pawcar Raymi, Inti Raymi, Kolla Raymi y Capac Raymi, como parte de sus tradiciones e identidad cultural. Esta fiesta está dedicada a la feminidad y fertilidad, y marca el inicio de la siembra en la Pacha Mama (tierra).
Loja, conocida como la ‘Cuna de la Música Nacional’, está llena de riqueza, cultura y tradición. Guarda en sus rincones múltiples posibilidades de conocimiento, recreación y vivencias. Se caracteriza por su religiosidad y su devoción a la Virgen de El Cisne. En agosto, la Virgen de El Cisne abandonará su casa en el santuario ubicado en la localidad del mismo nombre, para ir hasta la catedral de Loja. Hará algunas paradas entre las que se cuentan la hacienda ‘San Pedro’ y La Toma. En estas se realizan oficios religiosos y se cambia de vestimenta a la santa.
La imagen de la madre de Jesús llega a Loja el 20 de agosto y permanece en el altar mayor de la Catedral, hasta el primero de noviembre, cuando regresa nuevamente hasta El Cisne.

LOJA



Loja tiene características muy especiales que le dan una propia identidad, es una región de la patria ecuatoriana donde el desafío permanente de una naturaleza agreste y dura ha forjado un tipo de hombre abierto a la solidaridad, a la creatividad cultural y a la lucha solidaria por la supervivencia y el progreso; ser extranjero o forastero casi constituye un privilegio, la hospitalidad y cordialidad del lojano resalta y enaltece sus mejores tradiciones.

La provincia de Loja se ha distinguido en todos los tiempos por una definida vocación por la música de sus habitantes y por cultivar el género musical, entre hombres y mujeres de todos los estratos sociales. De esta manera, podemos concluir que la música es para el lojano un lenguaje, una forma de expresión natural, profundamente ligada a su existencia.



De todas las tradiciones o fiestas culturales, la más conocida es la que se vive con la llegada de la Imagen de la Virgen del Cisne a la ciudad de Loja, la rutinaria fisonomía de la urbe se transforma en un ambiente festivo, alegre y optimista. Es algo así como, cuando una madre regresa al hogar luego de mucho tiempo de ausencia. Sus hijos no la abandonan un instante, sino que anhelan vivir junto al ser querido y añorado con intensidad existencial y entrañable. El camino al hogar, a la oficina, al colegio, el camino a cualquier parte pasa por la Iglesia Catedral. Allí, la Reina Coronada de El Cisne recibe el tributo filial de sus devotos y prodiga a todos su protección. De todas partes del país y del Norte del Perú nuestra ciudad recibe una gran e inusual afluencia de fieles y turistas que vienen a ella con el único objetivo de visitar y rendirle culto a la taumaturga imagen. Mención especial nos merece la presencia de miles de azuayos en nuestra ciudad. En la práctica, son "los morlacos" quienes revisten de colorido las noches septembrinas de la Feria con la quema de chisporroteantes y piramidales castillos, juegos artificiales y policromados e inflados globos en envidiable viaje a las estrellas.

De manera paralela a las celebraciones religiosas se desarrolla una intensa actividad comercial protagonizada por lojanos, turistas nacionales y extranjeros. Es la ocasión para que la multifacética actividad de los lojanos se manifieste ante propios y extraños en toda su potencialidad y virtualidades. El arte musical, las artes plásticas en su diversidad de técnicas, las artesanías industriales tecnificadas y tradicionales tienen una presencia alentadora y llena de promesas. En la Feria de Septiembre, los lojanos constatan el potencial económico de un pueblo que, a pesar del abandono y de la postergación en la que vive, ha aprendido a luchar y a convivir con una naturaleza adversa, acrisolando un espíritu de indeclinable tesón, tal es el caso de la producción agropecuaria y agroindustrial que, enraizada en una ancestral tradición, se manifiestan aún recias y robustas esperando días de redención científica y tecnológica, sin jamás doblegar su esperanza, tradición contumaz de la Feria, es la presencia de los clásicos bocadillos oriundos de diversos lugares del cantón Paltas, de manera preferente, tales como San Antonio, San Vicente del Río, Las Cochas, El Pico, Olmedo, Buena Vista, Chaguarpamba, hoy Cantón; y Yamana, entre otros.

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